La Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP) saluda a las y los trabajadores, al conmemorarse, este Primero de Mayo, el Día del Trabajador y de la Trabajadora. Día establecido en honor a los mártires de Chicago, quienes fueron llevados a la horca por luchar por la jornada de ocho horas de trabajo, aquel 1 de Mayo de 1886. En aquel tiempo retumbaban las voces obreras en Chicago y en diferentes ciudades de Estados Unidos, indicando que a “a partir de hoy, ningún obrero debe trabajar más de ocho horas por día...”.
La lucha emprendida por los obreros de Chicago logró el establecimiento de ocho horas de trabajo, ocho horas de reposo y ocho horas de recreación. Fue el Primero de Mayo de 1886, cuando detonaron más de cinco mil huelgas y cerca de 340 000 huelguistas dejaron las fábricas, para tomar las calles y salir a luchar hasta lograr la jornada de ocho horas, según cuenta Camilo Taufic en la crónica del Primero de Mayo, publicada por el CELA.
Luego de 137 años de la gesta de Chicago, las y los trabajadores en Panamá presentan retos importantes. La situación socioeconómica que viven las y los trabajadores en nuestro país luego de la pandemia de COVID-19 se ha agudizado, y ha retrocedido. Según el INEC, 777 mil personas trabajan en la economía informal, de las cuales 307 018 son mujeres; a la creciente economía informal se suma una desocupación que alcanza a cerca de 222 080 personas desempleadas. Estos números nos indican una situación muy difícil para casi un millón de panameñas y panameños, en las condiciones de vida, entendida esta como el conjunto de necesidades básicas, que condicionan la vida y desarrollo de las y los seres humanos en materia de alimentación, salud, educación y vivienda.
Frente a ello, la CGTP ha presentado ante la Asamblea Nacional un anteproyecto de ley que establezca que cada empresa tenga en su planilla el 30 % de mujeres laborando, cuyo objetivo es que las mujeres puedan tener un trabajo, además hemos demandado el apoyo a las y los campesinos e indígenas con semillas e insumos para el trabajo de la tierra, de igual manera hemos propuesto que se establezcan políticas que le garanticen trabajo a esta población desocupada. Para ello hemos indicado la necesidad de crear un plan de obras públicas que les garantice trabajo por medio de la reparación de los centros educativos, los centros de salud y la infraestructura de las carreteras del país a cargo del Ministerio de Obras Públicas, entre muchos otros.
Aunado a las peticiones para una mejoría en la situación laboral, las y los trabajadores estamos demandando la aprobación del Proyecto de Ley 748, que ha sido presentado por el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), ante la Asamblea Nacional; en este Primero de Mayo demandamos, como lo hicieron los trabajadores en Chicago, la aprobación de las reformas a la Ley 51, de la Caja de Seguro Social que plantea el Proyecto de Ley 748, dicho documento propone el retorno al sistema solidario, que opera bajo la importante premisa de la solidaridad intergeneracional.
Hoy, es fundamental mantener una unidad clara de la sociedad panameña preocupada por el devenir del país, especialmente todos los sectores que integran a la clase trabajadora panameña; por esto reiteramos nuevamente un llamado a la unidad, cuyo objetivo sea la exigencia de la aprobación del proyecto de Ley 748, por ser integral y en beneficio del pueblo panameño. Todas y todos debemos mantener la lucha por una Caja de Seguro Social: Solidaria, Universal y Humana.
Que este Primero de Mayo nos permita reflexionar sobre las grandes necesidades que tenemos en Panamá y qué debemos hacer a nivel económico, para que se dé una verdadera justicia, transparencia en el manejo de la cosa pública, y a nivel laboral, empleo decente, con un salario justo y digno.
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