El 15 de febrero de 1819 en Angostura, el Prócer de la independencia y de la Integración Latinoamericana, Simón Bolívar, dijo: “El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor felicidad, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. “Dos principios básicos de la seguridad social son la generalidad, donde la mayoría de la población debe estar cubierta en los regímenes de salud, riesgos laborales y pensiones; y la solidaridad donde los que ganan mucho pagan mucho y los que ganan poco pagan poco, pero todos reciben los mismos servicios y prestaciones”. (Academia Humanista).
Han transcurrido 202 años desde que Bolívar indicaba características de la perfección de los sistemas de Gobierno y por ende de la seguridad social. Sin embargo, en Panamá, los Gobiernos que han estado desde 1985 hasta la actualidad, han venido impulsando y ejecutando las políticas económicas neoliberales, de allí que se ha querido privatizar los servicios de salud, se redujo a la mínima expresión el Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (SNEM), y se impuso la Ley 51 del 27 de diciembre de 2005.
Hoy, bajo un supuesto “diálogo”, quieren continuar con la privatización de la Caja de Seguro Social. Para ello, por medio de campañas orquestadas y altos funcionarios divulgando un “Informe Técnico”, hecho a imagen y semejanza de ellos, y con una dirección que la única salida es la privatización y los cambios paramétricos, convocan al “diálogo” por medio de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social. Es desde allí que se impone un moderador y ellos deciden quiénes participarán en la mesa.
El Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO) había establecido cinco condiciones para la participación en el diálogo, a saber: 1. el facilitador debe ser definido por las y los actores del diálogo; 2. las y los actores legitimados para tomar las decisiones sobre las medidas para fortalecer la Caja de Seguro Social deben ser las y los trabajadores, trabajadoras/es de la salud, pensionadas/os y jubiladas/os; Gobierno y empresarias/os; 3. el diálogo debe ser integral, es decir, en cuanto a los programas de la CSS no se puede separar el tema de salud; 4. los partidos políticos, diputados y diputadas y otros sectores que hoy están en la mesa no pueden formar parte de los sectores que toman las decisiones, planteamos que podrían participar como observadores; 5. Y la vuelta al sistema solidario como primer paso para recomponer y rescatar a la CSS.
Al no tomar en cuenta ninguna de las condiciones para que se realizara un diálogo entre iguales solicitadas por el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), que representa a 6 centrales y 3 federaciones de trabajadoras y trabajadores, nos vimos en la necesidad de retirarnos del diálogo, pues este ha resultado excluyente, inequitativo y antidemocrático, ya que el Gobierno y la empresa privada y sus aliados conforman el 76 % de quienes integran la mesa plenaria.
De este grupo, el diputado independiente Edison Broce, ante la propuesta sobre “cuál debe ser el objetivo del diálogo por la CSS”, ha señalado que “la palabra solidaria estaba de más”. Al mantener a un facilitador muy cuestionado, no solo por la mesa plenaria sino por la sociedad, y a los diputados, con voz y voto, y la división de la mesa, pasando los temas de la salud a la plataforma Ágora y la parte administrativa al Diálogo de la CSS, cuando habíamos mantenido que los programas de la Caja hay que verlos de manera integral.
El miércoles, la profesora Isis Caballero, representante de la Asociación de Directores de Escuelas, también denunció que todo estaba orquestado para obtener la mayoría en la mesa y también se retiró de la misma.
Es importante que la comunidad nacional sepa que, desde el 7 de marzo, un conjunto de panameñas/panameños, aglutinados en el Foro Alternativo, ha construido un documento que parte de los principios que compartimos debe tener la Seguridad Social Panameña, el Diagnóstico de la Ley 51 y la propuesta, en la misma dirección el Consejo Nacional de trabajadores Organizados y la Universidad de Panamá, tienen propuestas similares que garantizan que, de implementarse las mismas, podemos contar con una Caja de Seguro Social solidaria, humana, universal. La Caja del Seguro Social es la columna vertebral del país, por ello todas y todos tenemos el deber de defender el derecho que tiene la población a una atención y jubilación dignas e impedir que los neoliberales y el Gobierno nacional se aprovechen de la pandemia para privatizar nuestra institución y retroceder en nuestros derechos a la salud y a la seguridad social.
Secretaria general de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP).
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