En La Opinión De La Profesora Nelva Reyes Barahona: Demanda de las/os trabajadores ante el coronavirus



La crisis de salud, que se ha globalizado de una manera rápida, ha dejado al descubierto las debilidades y carencias no solo de los países subdesarrollados, sino de aquellos considerados desarrollados, como España, Italia y Estados Unidos, considerada “la primera potencia del mundo”.

Cuarenta años han transcurrido, las trabajadoras y trabajadores de América Latina durante estas cuatro décadas han realizado la resistencia a las políticas neoliberales de las agencias de crédito internacional (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), ante las cuales los gobernantes de nuestros países se rindieron y les dieron en bandeja de plata la venta de instituciones públicas. En el caso de Panamá, del 49 % del IRHE e INTEL, la venta de puertos, ingenios, Cemento Bayano, entre otros. El Sistema de Salud, la Caja de Seguro Social y el Idaan, se han mantenido producto de la lucha y resistencia de las y los trabajadores del país. ¿Podrían imaginarse si estas instituciones se hubiesen privatizado, cómo estaríamos hoy ante esta pandemia?

En Estados Unidos, una paciente que sale de la crisis del coronavirus recibe la factura al salir del centro hospitalario por B/34 927.43. Países vecinos cruzan sus dedos porque el sistema de salud de ellos fue privatizado, lo cual representa muchas dificultades para hacerle frente a esta pandemia.

Señor presidente: más que hacer recaer en la espalda de las y los trabajadores, se hace imperativo establecer una moratoria al pago de la deuda externa y en el caso de este año 2020, que se ha destinado más del 30 % del presupuesto nacional al pago de los servicios de dicha deuda, que esos siete mil millones de balboas sean destinados para compra de equipos médicos, contratar personal del sistema de salud, fortalecer el Laboratorio Gorgas (al que con frecuencia le recortan el presupuesto), destinar mayores fondos para los centros de investigación, tanto de las ciencias naturales y exactas como de las ciencias sociales; en fin, lo que se requiera, para evitar llegar a situaciones como las que se han vivido en Italia, que dada la gravedad de la situación y el agotamiento del personal hospitalario por la cantidad de pacientes y la imposibilidad de atenderlos se vieron obligados a seleccionar a quién atender y salvar, dependiendo de la gravedad de los mismos.

El coronavirus pone sobre la mesa la situación laboral de las y los trabajadores. El director de la Organización Internacional del Trabajo señaló que el coronavirus pone en riesgo a 25 millones de empleos y afirmó que se piden unas políticas coordinadas a gran escala que deberían apoyar el empleo y los ingresos para estimular la economía y la demanda de puestos de trabajo, mediante una actuación en tres frentes: proteger a los trabajadores, buscar alternativas al trabajo (teletrabajo) y cuidar a los que no pueden trabajar.

La Constitución Política de Panamá, en su artículo 78, indica: “La Ley regulará las relaciones entre el capital y el trabajo, colocándolas sobre una base de justicia social y fijando una especial protección estatal en beneficio de los trabajadores”.

Ese beneficio que dice la Constitución no lo vemos plasmado en los decretos emitidos por el Ejecutivo y el Ministerio de Trabajo. El Gobierno nacional tiene el deber de garantizarle a las y los trabajadores panameños el trabajo. Que no sean los trabajadores quienes carguen sobre sus espaldas con la crisis del coronavirus. No podemos estar de acuerdo con el Decreto n.° 81, el cual normaliza el despido, suspenden contratos, cierran negocios, envían a las y los trabajadores para sus casas sin ninguna garantía de nada. Señor presidente, esto es injusto e inhumano.

En una situación suigéneris, como la que tenemos, debe prevalecer la justicia social y esa justicia pasa por garantizarle a las y los trabajadores su trabajo, a los de la economía informal, que son alrededor de 679 mil personas, el bono solidario, de igual forma a los compañeros recicladores, a las trabajadoras del hogar, a muchas que han despedido y a otras les han recortado días de trabajo, a las y los trabajadores que venden lotería (a quien vende, no al dueño de la libreta, son dos personas distintas) a toda persona que realmente lo necesite que no tiene cómo llevar el sustento a su hogar, desde luego con los controles requeridos.

Aprovecho también para ponderar en el plano nacional la forma técnica en que la ministra de Salud ha dirigido y enfrentado la pandemia, la participación de su equipo técnico y mencionar a mujeres que junto a ella han trabajado por el país con un gran nivel de profesionalismo y compromiso, como las doctoras Porcel, Moreno y Sandra López, y a través de ellas nuestra gratitud a las enfermeras y a todo el personal de salud.

Secretaria general de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP).

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